Año maestro
2020, una nueva energía
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Año maestro
2020, una nueva energía
viernes 23 de agosto 2024
2020, año maestro
Recuerdo bien la tarde de ese año en que terminaba un día normal de trabajo en la Universidad EAFIT. Nos habían dado la directriz que las instalaciones debían ser desocupadas, debíamos iniciar el confinamiento. Con mis compañeros de oficina de ese entonces, hicimos una apuesta sobre el tiempo que creímos que duraría esto, ninguno imaginó lo que venía para nuestra historia personal, colectiva y lo que estaba a punto de iniciar.
El 2020 nos frenó aparentemente, nos puso muy cerca de nuestros miedos mas profundos, nos aisló. Pero, todo este caos, nos estaba entrenando para ver la realidad desde una nueva perspectiva. Nos permitió ir a otra velocidad, era necesario que aprendiéramos a ir más despacio y observar nuestras vidas, lo que habíamos creado.
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Inició un ciclo energético que aceleró aquello que hoy llamamos despertar de consciencia. Empezamos a darnos cuenta del real sentido de nuestras vidas, de conectar con nuestra esencia, con nuestra energía. Animales se tomaron las calles, expandieron sus territorios, el planeta estaba respirando. Detrás de todo se estaba llevando a cabo una misión alineada al orden divino, la evolución de la humanidad.
Wow, que experiencia la que vivimos, todos juntos participando de la misma situación de forma simultánea, incluida la naturaleza, todos hacíamos parte, no había un ser sobre la tierra que no sintiera lo que estaba sucediendo. ¿Puedes imaginar los estados vibratorios que se estaban moviendo? Una exposición total de la luz y la oscuridad, del miedo y el amor... Momento bello y único.
Pudimos percibir de manera plena la dualidad, personas trascendían de este plano y muchas otras nacían. Benditas todas las almas que pactaron llegar para esta parte de la historia, fueron el soplo de esperanza que decía... la vida siempre continua. Tuve el gran regalo de presenciar el parto de mi sobrina, cortar su cordón umbilical. Hoy puedo entender la grandeza de ese momento, de ese 25 de mayo del 2020.
4 años después, estamos aquí queriendo continuar, abrir nuestros corazones, conocernos.
Escuchamos decir que 'La espiritualidad está de moda', pero desde mi mirada, este suceso no es pasajero, sino, la consecuencia de un nuevo nivel de consciencia que nos ha permitido comprender cosas que antes ni imaginábamos, mucho más allá de los programas automáticos e inconscientes que hasta entonces habíamos conocido... habían mas caminos.
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La tierra sigue elevando su vibración y cada uno de nosotros hacemos parte de esta frecuencia. La naturaleza nos muestra lo que su latido ha creado, nos está invitando a volver a ella.
El llamado de estas letras es a avivar cada día más la certeza de ser y estar en el presente, conscientes que cada acción, pensamiento y emoción está dejando un registro en nuestra huella energética, en nuestra esencia, en nuestra mente y en nuestro cuerpo.
Hoy, 2024, estamos recordando que somos una gran consciencia, que somos la tierra, obra del creador.
Que el libre albedrío sobre como transmutamos y trasformamos la narración de nuestra historia, es uno de nuestros grandes poderes, el cambio de percepción. En mi camino agradezco a la escritura, compañera transparente que me guía.
Finalmente, durante un 2020 de 'caos' y cambio, mi alma empezó su despertar, seguí todas las señales que me llevaron a recordar la gran misión de mi vida... Amar y respetar todo tal cual fue y es. Una misión que ha traído retos para mi mente, paz en el corazón.
Ahora mi forma de agradecer y devolver a la vida este despertar, es acompañar a otras almas que también están recordando. Algunas sin saberlo, tal como lo experimenté en mi proceso; pero sentimos que algo está cambiando, algo diferente se esta moviendo dentro de nosotros... Hoy, una nueva voz nos está susurrando y unas nuevas letras están abriendo su energía.
"No nos asisten para ser un faro de luz, nos asisten para que recordemos que ya lo somos."
Cindy Agudelo Rivera